Entre los reflejos del bebé tenemos:
- El reflejo de Succión: El bebé ante un contacto en su paladar reacciona succionando. Este reflejo es vital para alimentarse del pecho materno o del biberón. El reflejo de succión no madura hasta la semana 36 de embarazo. Es por esto que los bebés prematuros tienen grandes dificultades para succionar de forma eficaz.
- El reflejo de puntos cardinales: También llamado de búsqueda, cuando algo toca la comisura de su boca, vuelve su cabecita y abre la boca buscando la dirección del estímulo.
- El reflejo de Prensión: Comprobarás este reflejo si pones un dedo en la palma del tu bebé. La mano tiende a cerrarse alrededor del dedo. El intento de retirar el dedo hace que el agarre sea más fuerte. Los recién nacidos tienen mucha fuerza de prensión y casi que pueden ser levantados de la mesa de exámenes si se emplean ambas manos.
- Reflejo de gateo: Cuando el bebé está tumbado boca abajo con sus piernas flexionadas si le tocas las plantas del pié tiende a estirar la pierna y empujar su cuerpo hacia delante.
- Reflejo de marcha automática: Al poner al bebé con los pies tocando el suelo hace movimientos para apoyarse.
- El reflejo Tónico del cuello: Suele durar hasta los cinco o seis meses, cuando el bebé gira la cabeza hacia un lado , su brazo del mismo lado se estira o se dobla por el codo, adoptando la posición conocida como “posición de esgrima”.
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